comenzó para mi con la Gabriela abriendo la puerta de mi dormitorio saludándome románticamente con un tierno "Dale!".
Como habiamos estado de carrete la noche anterior se puede decir
que no tuve tantas ganas de levantarme de la cama a
pesar de que ibamos a un lugar que para mi era sagrado.
Un lugar que tanto me había fascinado desde la infancia.
Preparamos lo último, desayunamos y nos llevaron al terminal de buses de Arica.
Estuvimos una hora esperando a los demás, rodeados por miles de taxistas
ofreciéndonos de sus servicios automovilarios. Nos sentamos al final
en el pequeño bus que nos llevó al primer meta en la etapa
a las ruinas escondidas en los Andes.
Llegamos a Tacna. La ciudad mas austral del Perú.
Hasta 1929 la ciudad mas nortina de Chile.
Tacna.
Capital de la Confederación Perú-Boliviana bajo el general boliviano Santa Ana.
Escena de una batalla entre Perú y Chile en 1880, y a partir de aquel año parte de Chile. Devuelta a Perú en 1929 y ahora conciderada en Perú como la "Ciudad herócia"
tras su resistencia a los varios intentos chilenos
de asimilar e incorporar la ciudad en la sociedad chilena.
Tacna es bastante feo.
Después de haber comprado los pasajes a la segunda etapa en el camino, Arequipa,
decidimos ir al centro taceño para almorzar.
Hacía un calor infernal.
Encontramos un lugar que parecía agradable en el mercado central.
En Suecia los "expertos" siempre nos dicen que jamás
hay que comer verduras en el "Tercer Mundo".
Yo hacía caso a los "expertos" de mi país y me comí un lomo saltado,
plato típico de aquella región. Llegó a ser mi alimiento principal durante todo el viaje.
Pero me gusta el lomo saltado. Arroz, carne y papas fritas.
Simple, facil y rico. Se sabe lo que se come.
y el resto del viaje anduvieron con molestias de estómago.
Que pesadilla, estar de viaje en Perú enfermo de estómago.
Anduvimos por el centro un rato antes de volver al terminal para el próximo etapa.
Los niños se habían tb comprado unas botellas de ron que compartiamos en el bus.
El viaje a Arequipa fue largo y duro, pero nos divertíamos con ron y músuca.
Pasabamos por pleno desierto y cada instante la policia/aduana peruana
nos paraban para verificar documentos y equipajes.
A pesar de todo el camino a Arequipa estuvo agradable, nos entretuvimos en el bus.
Al final llegamos tarde a Arequipa.
Me encanta Arequipa. Tan tan bonita ciudad.
Después de haber encontrado un hostal donde quedarnos
un par de cuadras del centro fuimos caminando para cenar.
Nos sentamos en un lindo lugar en el centro con una hermosa
vista a la playa y la catedral.
Los peruanos con su gastronomía excelente saben hacer comida exquisita.
Esta vez me comí un choclo con queso como entrada
y otro plato de lomo saltado, el segundo del día.
y felices de por fin estar viajando.
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